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Después la consumación:
La espina sin su rosa,
cuando el rastro del agua aún permanece sobre el fuego,y la cruz sin su madero, y astucias como vieran ojerosos:
El orgasmo deprimente-cuaternario con los mitos,
los mitos poderosos que explican la costumbre,la costumbre reprimida en su color que engendra inocente
la leyenda: ésa de los damascos como ombligos,
el vuelo de la garza, la trigresa en su dominio.
Deshojando mariposas y libélulas raquíticas,
la penuria de las primas y primicias:
Mojan sus colas y vértigos, que aguas desatan,
y temores aquejados de alacranes y jadeos en avances.Túneles de ciertos bajo un sol de curare.
Si algo pudiera subvertir,
si algo pudiera explicar la desazón de relaciones,burlarían en serio,
al amparo de rocas y tenebrosas camelias,
a pie juntillas los dulces olores perpetrados.
¿Es que alguien castiga el país en su demonio?
El encarnamiento goloso del toro primogénito,
el cisne decidido?:
La virginidad de Leda.
La camelia más fulgurante.Los su dulce aceptación de los designios,
su confianza en el misterio,
una oveja pastando en las gradas ineptas,
las gramíneas confusas.
Cuando las + finas prendas terminan en ultrajes
o el perrito que ayudaron en su intentoen el barro lleno de rumores.
Lo feliz que gruñía la cochina
cuando el viento aún riza sobre el aguay el vientre puebla su destino:
La Primera Piedra, el Muro y los Lamentos.
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