miércoles, 4 de mayo de 2011

(20) MEDIOS HERMANOS EN LA X


  



20


¿Qué dudas cabe o desborda
si perfumes, si resonancias,
embargan las quebradas de la Isla?

La serpiente fue el deseo caído
la sorpresa tras las hojas del acanto.

Los presuntos indicios de las genealogías:

El humo perfumado de impurezas en ascenso.
La sangre lasciva que desborda la intemperie.
Que derriba la carencia.
Los trigales, calcinados. Aquellos bienamados
en sorpresas.
La carne putrefacta.

Salto al vacío en el tercer patio o en la espera.
El intento de mérito abominado y gratuito.
El aroma vegetal, que rechaza y que se escurre,
y que las noticias esparcen.

Los hermanos que se odian.
Los hermanos que se aman.

Medios hermanos sudorosos de la misma inquina
verdadera.

Nube en cielo hermoso y claro,

donde la blanca garza remonta y se pierde.


Ambos pusieran el destino ineludible
sobre la misma media prima rigurosa.

En la rama de la higuera balancea la sapiencia.
Desnuda de colgajos. Un estandarte a todo tropo
sumergida de sudores.
Cubierta de mirra y algas rumorosas.
La alondra en el charco de los pinos.

En aquel tiempo de las hojas, ella misma aparece
como olores deleitoso o falsos aceites o cicutas.
Inferencia cierta de falsa perspectiva.

Contemplen a la Lucy,
y sabrán la repulsión de la conciencia
o el quebranto del continuo.

Oh la perfumada de serpientes. La incierta certeza.
Oh la primeriza y aromática. La intenue certidumbre.
Oh la culpa de lustre penetrado,
y de olvidos y de oros y de inciensos.

La caída.

El sin cuidos patriarca y la señal en el hijo de la bestia.
Su origen y destino. Las temerarias raíces:

Cuervos extasiados cruzan la quebrada.
Negras alas planean la conciencia del destino.

Sutil esencia de avutardas al vuelo.
Un aroma de cenizas y diamante.

La Roca de la Iglesia.





  
  

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