viernes, 29 de abril de 2011

(34) PASANTÍAS




   




34


Entendió su inicio en emanaciones y reflejos:
asumiera los finales trinitarios
esas deliciosas sopas de orquídeas y muñecas
cruzara arduos terrenos / en medio
ciclos de ciclos, simples o ampliados
como si todo el poleo se confabulara
u ocultos o en desvelo.

Degustara los cuadernos del tránsito dicho
misterioso, al refrán de lo profundo,
mirando directo a la cruz del sur
sumergidos hacia la mitad de la parva
la murmuración supuesta y condenada.

Consumara la crítica prolegómena
ese aroma a mate azúcarcandia tostada
tan rotunda tan abarca tan metrópolis
oscuros pastizales estrellados y jadeos
volviera a manuscritos que en dudosa base
fecunden el + general de los entiendos
el retorno de boldos y zarzamoras
con uno que otro copihue entre los muslos

como en última instancia se reduce
a cruces que no renuevan, o estados perpetúan
coleópteros encabritados / luces de carburo:

Fetichista en su raíz menos onerosa
ese concierto de sonidos mal interpretados
erizando los cabellos a las muñecas juguetonas:
La historia aclarada con misterios humedecidos
los pabilos, las luces acalladas:
La atractante ideología más general
de ese inicio de prendas y penitencias:
dinosaurios exterminados por ratones.
Enunciara la vuelta al mismísimo comienzo
superando dalias y violetas.

Demuelen el muro.
Cesa la autocrítica.

Queda cesante.




   
  

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